Dado que se realiza con anestesia local, la colocación de una corona de óxido de circonio suele ser indolora. Esto se debe a que el diente y los tejidos que lo rodean se adormecen durante todo el procedimiento. Como resultado, la operación de colocar la corona en su diente no debería causarle ninguna molestia. No sentirá ninguna molestia ni tendrá que preocuparse por ningún dolor gracias a la anestesia local que se le administrará.

Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que, en los días inmediatamente posteriores a la colocación de la corona, puede sentirse cierta molestia o sensibilidad en la zona afectada. Se trata de una reacción natural a la operación dental, y suele durar poco tiempo.